“Marcha por el No y por el SI en la legislatura”


Todo parecía suceder ahí.

Sólo Gioja pudo lograr que sectores de izquierda se pongan al lado de la Franja Morada. El peronismo tiene ritmo. En la calle había percusión: el sol daba en los bombos y redoblantes. Cánticos y banderas. Eso de la vereda de enfrente no fue una metáfora. De un lado del ring, todo el PJ: el Consejo Participativo, los compañeros, los pibes de Kolina y algunos kirchneristas. Remeras, con la cara de José Luis, que decían "Flaco".

Pasando Libertador, en la vereda: eclecticismo. Un guiso de abuela de ideologías. El PCR y sus derivados CCC, Cepa, etc, como así también el PC kirchnerista, con pocos pibes pero estaban. Proyecto Sur: con poco pibes (bien jóvenes) pero estaban. JP Descamisado, peronistas no giojistas, pocos pero estaban. Sin dudas los más chetos eran los de la Franja, con algún que otro político de renombre. Igual qué es ser cheto en política, en la calle, en una marcha.

Qué diría Perón, el Che e Irigoyen. ¿Se reirían? A la vista del peatón, eran dos hinchadas. Eso es la militancia. No sé. Del lado, oficialista digamos, empezaron a repartir agua: botellitas de medio litro de Palmares. Los que estaban por el SI comenzaron a tirarlas. Los que estaban por el NO las devolvían. Raro. Intento reflexionar sobre esa tradición de cara al futuro inmediato. Gioja no es un dictador, tampoco un dios.

El Facebook no es la calle. Es el bondi que pasa con los ojos atentos de los pasajeros que observan qué pasa en el pavimento entre grupos humanos, al parecer, antagónicos. Quién quiere que haya pobres, quién quiere que se contamine el agua.

Divisé a Vicente Mut, Arancibia, Ramos, Seguí, gente no de a pie. Profesionales que buscaban la sombra para tomar coca sacada de la 4x4 de uno de ellos. Tal vez los años, tal vez la diferencia.
Vi un cantante de rock, una actriz, ningún escritor (creo). Un grupito de chicas de un barrio humilde que jugaban a insultarse con la Teresa, ubicada del lado contrario, con los punteros del PJ.

Yo no quiero ser gorila, ni de nuevas uniones democráticas, ni pasivo, ni de la línea de puntero pegotista. Difícil no poder estar encolumnado. Sin ponernos tecnicistas constitucionales (aparte la constitución es una convención entre hombres, no la verdad revelada), la cuestión es controlar el poder del poder. Democratizar la vieja política. Así que como dice Manal “No, pibe, No”.

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