El SÍ fácil


Por Santiago Zavala

Recuerdo que sentí un rechazo inmediato ante lo que en ese momento era la posibilidad de que JL Gioja hiciera lo que, en definitiva, hizo. Hace un par de meses, sólo se trataba de un rumor: “Gioja propondría enmendar la constitución provincial para posibilitarse un tercer mandato” decían algunos medios. La sola idea me provocó una negativa casi instintiva a la propuesta, intuyendo que estaba mal, que no correspondía. Sin conocer los detalles, sin pensarlo todavía, sabía que la idea no me gustaba. Lo segundo que pensé fue “el juego de la (mala) política le gana al juego de la democracia”. Un pensamiento inocente y no tanto. Inocente porque a diario el jueguito de “la realidad” le gana a lo que está bien. Y no tanto porque, en definitiva, no hay por qué resignarse ante lo que está mal sólo “porque es la realidad” (“la única verdad es la realidad” dirían los peronistas usando la frase para justificar casi todo). Hablé con muchas personas que votarán por el Sí el domingo. Los argumentos para estos son sencillos: “no hay otro”, “hizo muchas cosas”. Es un Sí fácil. Alegando y no reflexionando más profundamente, el sí se nos cae de la boca sin hacer esfuerzo.
El martes pasado hubo una charla-debate (tuvo poco de debate) organizada por el Departamento de Ciencias Políticas de la FACSO. Allí estaba, entre otros, César Gioja por el NO a la enmienda. También estuvo el abogado Conrado Suárez, quien explicó técnicamente por qué la enmienda es inconstitucional. En resumen, dijo que no respeta el espíritu de lo que la constitución dice sobre ésta y destacó la imposibilidad de realizar una elección ad hoc para dejar todo listo antes de las elecciones generales, que es cuando realmente se debe plantear una enmienda de este tipo. Muchas cosas más hacen ruido y son indicadores de que está mal, por más que JL Gioja nos tire la obra pública encima como razón para eternizarse en el poder.

Repugnancia
De a ratos sentí eso al escucharlo a César Gioja. Que te mientan descaradamente en la cara y sin ningún pudor genera dos cosas: ira y risa, o risa irónica cargada de bronca. El senador millonario dejó claro que la Barrick financia la campaña publicitaria del Sí. Quien usó el slogan “César es Gioja” en las elecciones parlamentarias de 2009 habló al auditorio el pasado martes con un “ellos” (por supuesto es siempre exclusivo) cuando se refería a JL y sus secuaces, desligándose de la mierda a la que perteneció hasta hace meses. César es uno de los representantes de la basura más fétida de la política. Para terminar de demostrar qué poca dignidad le queda, dijo casi textualmente “no sabíamos que la Barrick obtenía tantas ganancias de Veladero”, “lucra por US$ 1.200 millones” (ganancia neta), “puede ser que nos hayamos dado cuenta tarde de que la ley de regalías mineras está mal”. Pero bueno, él mucho no puede hacer, suponemos. Sólo tiene un cargo de Senador.
Poco para decir de Elio Salcedo y del profesor Oscar Riveros que plantaron bandera por el Sí. A Salcedo no llegué a escucharlo y Riveros nos dio una píldora para dormir de 20 minutos, al leer su ensayo para justificar la enmienda, posición que planteaba que el poder es del pueblo y la constitución la dicta la voluntad popular, aduciendo que eso es lo que pasará en la elección del domingo. Así suena muy lindo pero hay que hacer ciertas salvedades: no todo el pueblo podrá votar, pibes de hasta 21 años se quedarán afuera por no aparecer en los padrones del 2007. Además, hablamos de un pueblo condicionado. “No apruebo la enmienda pero dependo de que siga este hijo de puta para que me nombren”, me decía un amigo que es uno de los tantos contratados por el Estado y que espera su nombramiento. El Chango Illanes aseguró que existe una lista de nombres (que trabajan para el Estado) para despedir luego del domingo. De quienes se expresaron por el No, por supuesto.
Bien explicó la profesora Rosa Núñez en el panel del jueves al decir que parte de la propaganda oficialista invoca al miedo. “Para que San Juan no pare”. Un sector de la sociedad que recibió ciertas dádivas de parte del Estado provincial y nacional se ve condicionado ante la posibilidad de que eso se corte de un día para otro si el magnánimo y dadivoso rey se quedara sin trono. Entonces “¿quién podrá defendernos?”, preguntamos inermes, si el Gran Señor se va. Y yo me pregunto sin saña “¿Y si se muere?”. Le puede pasar, porque no muchos esperábamos que Kirchner muriera pero pasó. Si se muere, la ley (que debería tener un espíritu general) se nos cae con la desaparición de una persona.

El NO pensado
Hace un par de semanas me dieron un pin (prendedor) con la frase “Un No pensado”. Me gustó el eslogan y lo pido prestado ahora. El jueves, en la FACSO asistí a un panel del que participó el Chango Illanes. Conocimiento, facilidad para expresarse y carisma le sobran. Además, mucho contenido. Otros profesores también analizaron teóricamente el asunto. El Chango y compañía esgrimieron argumentos similares a los que habían sido planteados el martes por los opositores a la enmienda. Algo positivo saldrá de esto, según el Chango: sin querer JL reabrió el debate político. San Juan estaba muy callada desde hace un tiempo por cierta bonanza económica, parafraseando a Illanes.

La falencia
No pude evitar pensar “qué claras son las cosas cuando se exponen argumentativamente sin falacias” y, al mismo tiempo, “cómo me gustaría que mi viejo, partidario del Sí, estuviera acá para escuchar lo que dicen estos profes” e inmediatamente “todos los que estamos aquí hoy (por el jueves) nos estamos autoafirmando lo que ya pensábamos”. El gran problema de la Universidad es su hermetismo. Tal vez este panel habría sido más útil si ocurría en otro lugar, fuera de la Facultad, debatiendo con quienes tienen el Sí fácil porque sólo pueden acceder al mensaje dominante de los medios masivos funcionales a una sola voz (la del Sí) y a los que no les facilitaron un No mejor argumentado.

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